sábado, 17 de diciembre de 2011

Ganas de todo. Ganas de nada.

Y si lo correcto, lo teóricamente bueno para mí, lo que yo creía perfecto, finalmente resulta que, tras mucho luchar, no me llena por completo ni me hace sentirme plenamente feliz? Qué hacer en esos casos?
Estas cosas son las que me quitan el sueño... tras casi 2 años luchando por mantener lo que quiero, me doy cuenta de que quizás no es realmente lo que necesito...
También pienso que quizás sólo sean pensamientos pasajeros, fruto del insomnio y de mi personalidad pesimista y extremadamente sentimental. No lo sé, el caso es que me preocupa.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Rutina.

Vuelta a los madrugones, desayunos con prisas, clases, exámenes, estrés, noches sin dormir, agobios, más prisas. Esa sensación de que todo se te viene encima, de que el día no tiene suficientes horas y la noche demasiadas, sin poder dormir. Prisas y estrés, en eso resumiría el curso. Ya me agobio antes de empezar.

sábado, 17 de septiembre de 2011

¿Sí?

Me levanto, me miro en el espejo. La misma de siempre. No sé por qué esperaba ver a otra persona.

Otra

Sí. No. Ahora sí de nuevo. Quizás.
Una sucesión de dudas, preguntas, recuerdos, miedos, obligaciones, imposiciones, inseguridades, necesidades...
Pero al fin y al cabo, ¿Qué más da?

domingo, 10 de julio de 2011

Niebla

Estaba sola, el sol ya se estaba ocultando y la suave luz del crepúsculo se filtraba haciendo figuras extrañas entre las hojas de los árboles.

Hoy mi paseo se había alargado demasiado y tenía que llegar pronto a casa, antes del anochecer, porque andar sola por ahí de noche no es muy seguro,además era la primera vez que venía al bosque y si oscurece seguramente me perdería.

Mi abuelo me había contado muchas leyendas gallegas, me encantaba escucharlas aunque no creía en ellas; pero cuando está anocheciendo y estás sola y asustada en el bosque,esas historias parecen muy reales.

Comencé a caminar entre los árboles, mirando nerviosamente a cada momento a mi alrededor,me asustaba cada vez que escuchaba una rama crujir o el ruido de un pájaro aleteando entre las hojas de los árboles.
El bosque estaba cada vez más oscuro y silencioso; la noche se acercaba y cada vez me parecía más dificil escapar de ese inmenso bosque,¡¿Quién me mandaría a mí venir aquí sola!?.

Llevaba andando toda la tarde y estaba muy cansada; me senté contra el tronco de un viejo y enorme árbol que parecía sacado de una película de terror. Sabía que no debía pararme mucho tiempo; cuanto antes llegara a casa, mejor.
Saqué una botella de agua de mi mochila y bebí un poco,observé que aquella parte del bosque era realmente preciosa. Me quedé embobada observando el bonito paisaje y cuando me di cuenta ya había anochecido.
Una brillante luna llena lucía en el cielo y su luz iluminaba ligeramente el bosque y se reflejaba en la niebla que había surgido sigilosamente entre los viejos troncos de los árboles como un manto de seda que cubría el bosque. Ahora sí que tenía miedo.
Entonces me dí cuenta de una cosa. Rebusqué en la mochila y saqué mi movil, no tenía cobertura. Lo moví de un lado para otro pero nada, estaba totalmente incomunicada y sola, totalmente sola.

Llegué a un camino, miré hacia arriba y me quedé asombrada, miles de estrellas brillaban en el cielo.
En la ciudad sólo se veía una leve luz amarillenta que cubría el cielo a causa de la contaminación lumínica de las luces de las farolas y los edificios; estaba pasando el verano en casa de mis abuelos y cada vez me gustaba más el pueblo. Esa sensación de libertad y pureza al caminar en plena naturaleza me apasionaba.

De repente, escuché un ruido, me asusté, éste no era un ruido como los de antes; no era un animal, ni el viento, ese día no hacía viento, creo que ni siquiera era un ruido humano... era como un leve llanto acompañado de unos extraños sonidos que no logré descifrar.
Noté como una ráfaga de aire frío recorría el bosque, entonces saqué mi chaqueta de la mochila y me la puse. Volví a oír un ruido, esta vez mucho más cerca.
Estaba aterrada, vi una luz entre los árboles, esa luz tenía un brillo extraño... eso no era una linterna, ni los faros de un coche. 

Se volvió a mover...
Avanzó hacia mí a una velocidad vertiginosa, me tiré al suelo, no me dio tiempo a observar qué era lo que había visto... entonces levanté un poco la cabeza de la húmeda tierra y pude verlo...
Ahí, justo delante de mí ví a un anciano vecino del pueblo llevando una enorme cruz y un recipiente de metal, detrás de él pude ver,durante unos segundos, un grupo de seres vestidos con túnicas blancas, y también otros con túnicas negras; se movían lentamente dentro de una especie de cúpula de luz blanquecina, muy luminosa que desprendía un aura siniestra que me provocó un profundo escalofrío.
No me lo podía creer, tanto tiempo escuchando historias de mi abuelo que nunca creí... De repente se me pasó una de ellas por la cabeza... ¡Aquello era A Santa Compaña!
Mi abuelo usaba esas historias para darme miedo. Ahora no tenía miedo, no, eso no era solo miedo.. en ese momento estaba totalmente aterrorizada, mi corazón latía tan rápido que tenía la sensación de que me iba a estallar el pecho; de repente, sentí un suave roce en la nuca, me giré, mi corazón dejó de latir y la respiración se me paró durante unos instantes.
Pude ver, claramente, a poca distancia de mi, lo que parecía un ángel, pero no un ángel como los que se acostumbra a imaginar, no, éste era un ángel distinto, tenía una expresión triste y sus ropajes tenían un aspecto horrible...
Me volví a quedar inmóvil, con la cara enterrada en el suelo y sentí como ese brillo gélido y el olor a velas se alejaban entre los árboles.

Cuando me aseguré de que se habían alejado lo suficiente me levanté y me quedé un rato paralizada por el miedo pensando en lo que acababa de presenciar, entonces miré el reloj y ya era media noche.. el tiempo había pasado muy rápido...
Empecé a correr por ese camino sin saber a dónde me llevaba, acabé en la estrecha carretera que levaba hacia la casa de mis abuelos, corrí con lágrimas en los ojos; estaba sucia, herida y muy asustada, no sabía si me estaba volviendo loca, pero lo que acababa de presenciar, a pesar de que no quería creérmelo, estoy segura de que fue real.
Cuando llegué a casa le conté entre lágrimas lo que ocurrió a mi abuelo que, a mi sorpresa, no se lo creyó.

Esa noche tuve pesadillas, vi al anciano pálido, con el cuerpo desnutrido y delgaducho, vagar por el bosque y caras terroríficas de espíritus me atormentaron en sueños durante mucho tiempo.

domingo, 27 de febrero de 2011

El lugar adecuado y el momento adecuado

"Los grandes momentos de vuestra vida no serán necesariamente las cosas que hagáis, también lo serán las cosas que os ocurran.  No estoy diciendo que no podáis actuar para cambiar el resultado de vuestras vidas; debéis actuar, y lo haréis. Pero no olvidéis que cualquier día al salir de casa, vuestra vida puede cambiar totalmente.
El universo tiene un plan, y su plan siempre está  en marcha. Una mariposa mueve sus alas y empieza a llover. Da miedo pensarlo pero a la vez es maravilloso.
Todas esas piezas de la máquina en constante funcionamiento asegurándose de que estés exactamente donde debes estar, exactamente cuando debes estar ahí.
En el lugar adecuado y en el momento adecuado."

[Ted Mosby, Cómo conocí a vuestra madre]

sábado, 26 de febrero de 2011

imbéciles

Cómo hemos podido llegar a esto?
No entiendo esta sociedad. Cómo la gente necesita meterse con los demás para sentirse superiores.
Meterte con alguien que sabes que no se va a defender, o que PIENSAS que no se va a defender, no te hace ser mas fuerte, sólo te hace más imbécil.
Llegar al punto de que cada cosa que hacen, es para insultar, o reirse de esa persona.
Y lo peor. Cómo una persona con tan poca capacidad intelectual, con ese ego, que, aparentando ser inmenso, es incluso más diminuto que su cerebro; puede conseguir que todo su grupo de "amigos" o como yo los llamo, perritos falderos, le sigan la gracia. Hagan los mismos chistes que él, le apoyen en su lucha por conseguir la nada, cuando ninguno de ellos, de no ser por este ser, jamás se hubiesen metido con él.
Es cierto que en la naturaleza el más grande se come al pequeño, pero, en este caso, quién es realmente el más grande? 
El que necesita humillar a los demás para sentirse alguien, o el que ya es alguien sin necesidad de hacer nada?
El que tiene "perritos falderos" que le siguen las gracias sin rechistar, o el que tiene amigos de verdad, que le apoyan y le quieren por cómo es, y no por su "fama en el barrio" o la cantidad de drogas que le pueda proporcionar?

A veces me entra la vena destructiva y me dan ganas de matarlos a todos, pero si lo pienso, es mejor dejarlo estar. Ya se arruinarán la vida ellos sólos, por las drogas, o porque se quedarán sin amigos ni trabajo, y con una vida que no es vida. 
Realmente es lo que se merecen.

jueves, 17 de febrero de 2011

Die for me

Would you die for me ? If I say please ? 
Would you sacrifice ? 
Would you call my name ? 
There's no other way out to live with it 
I will knock on you door every night to beg you 
I will write your name on the wall everyday 
To show you the way. 
I'll never kill you 
I'll tell you 
I'll tell you to 
I'll tell you how 
I'll tell you how to do. 
On the second day, I'll bring you flowers. 
Cause you're more beautiful than any woman I've sean 
And the small of the rose will be the last thing 
You'll recall when you will be dead 
So read you name. 
Just one please 
My hand, your blood.

Cerebros.





Pasé una mala noche. Tenía calor, pero frío a la vez. La fiebre iba aumentando, era insoportable.
Empecé a retorcerme. El dolor era infernal. El calor aumentaba. Notaba como mi corazón se aceleraba, el oxígeno difícilmente llegaba a mis pulmones, mis pupilas se dilataban y contraían muy rápidamente. La herida del brazo me ardía. Mi cuerpo se estaba volviendo loco. Esa fiebre me estaba devorando. Mis pulsaciones se aceleraban a cada segundo. Mi respiración tambien. Parecía como poseída. Mi cuerpo iba a estallar. 












Me desperté a la mañana siguiente, sabía que ya nada era igual. Tenía un hambre horrible, pero no quería comer. Al menos no lo que había en la cocina. Miré por la ventana y vi a una joven.
Ahí está mi desayuno.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Pesadillas.

"Estaba en el borde de un barranco. Con mi novio y un amigo.
Mi amigo, por alguna razón desconocida, cae por el barranco, quedando atravesado por una roca puntiaguda que había abajo.
Mi novio se tira. Como un acto reflejo.
Empiezo a pensar. "Mi vida sin ellos no es nada, no veo ninguna razón por la que seguir aquí, tengo que hacerlo. Tengo que tirarme yo también."
Me tiro, quedando yo también clavada en esa extraña y puntiaguda roca. Unos segundos antes de cerrar los ojos por última vez, veo a una chica arriba, en el barranco donde nos encontrábamos. Nos está mirando, pero no hace nada.

Despierto. Estoy en mi casa, con mi novio y mi madre. Como si nada hubiera pasado. Todo sigue igual.
Pero de repente, me doy cuenta de que no todo es igual. Yo soy un fantasma, pero mi madre me puede ver.
Hablo con ella y me cuenta que la noche anterior, a las 11 de la noche, yo había empezado a tener espasmos. Parecía poseída y ella tuvo que atarme a la cama. Después de mucho tiempo así, decidió que tenía que matarme. No podía verme así más. Estaba sufriendo.
Me dice que ella me mató. A las 11:00 PM.
A las 11 del mismo día en que yo me tiré por el barranco.
No entiendo nada, todo es muy confuso.
De repente, estoy en un coche con mi madre, de camino al hospital."


*biip-biip-biip*
Despierta.